Ya son más de 1.600 grupos musicales venezolanos los que forman parte del Frente Nacional de Bandas Rebeldes: un colectivo de artistas que busca hacer la revolución pero a través de la música y lejos de las armas.

Si decimos que en Argentina hay una "grieta" creada por los medios masivos y los poderes económicos, en Venezuela, directamente, ser músico y chavista es prácticamente estar fuera del sistema.

Las radios, la televisión, las revistas, las disqueras, todos le cierran la puerta a cualquier banda que se identifique como bolivariana, revolucionaria. Como menciona el portal RT Español, "simplemente no existen".

Por eso se juntaron artistas con la misma problemática, para conformar este frente que se encarga de agrupar colectivos y bandas chavistas para autogestionarse y lograr permanecer.

Pero esta iniciativa no es nueva, sino que hace años que vienen transitando el camino que hoy los lleva a ser parte de una 'contracultura' cada vez más grande.

Este próximo 13 de septiembre festejarán el Día Nacional del Rock con sus cinco años de existencia. Javier Maestre, miembro del equipo de FNBR, expresó: "En nuestra realidad política y social, el tema de inclusión pasa por incluir a gente que piensa como nosotros. Que a su vez fueron excluidos de los circuitos comerciales".

"En 5 años el frente se ha convertido en una muralla, un bastión de resistencia, un foco de esperanza. Vamos nadando contracorriente, desarrollando creativamente nuevos proyectos", afirmó a RT David Meire, vocalista de la agrupación MasMegahertz y parte del equipo.

Por otra parte, Maestre, comenta: "Se han constituido 17 establecimientos (bares) que llamamos Unidades Socio Productivas. En estos locales se presentan agrupaciones en vivo que pertenecen al frente, se desarrollan festivales musicales, se venden bebidas artesanales, gastronomía local y productos varios elaborados por nosotros mismos".

Ellos incursionan en los esfuerzos gubernamentales para superar la guerra económica, pues sus productos son incluidos en la estrategia de venta de alimentos casa por casa, llamados Clap.

Pero tienen claro el rumbo: "Entender el arte y la música como medio de expresión y como la vía más contundente para la transformación de la conciencia de la nueva sociedad".