Metallica explotó el Lollapalooza 2017 con un sonido arrollador
Fue uno de los mejores shows que tuvimos la suerte de ver en la historia. Pero la mejor impresión fue que no necesitaron de muchos efectos o puestas en escena para demostrar por qué son una de las bandas más grandes del mundo. Tocaron como adolescentes, pusieron mucho corazón y lo más destacable, sin duda, fue un sonido realmente imponente.
A veces subestimamos a las bandas tan grandes. Por cuestiones obvias de edad: que la voz no es la misma, que la intensidad no se puede mantener durante todo el show, que necesitan de puestas en escena y 'adornos' para rellenar el recital. Bueno... nada de eso sucedió.
Por el contrario, Metallica dejó boquiabiertas a las 100 mil personas que estallaron el Hipódromo de San Isidro. Lo que más sorprendió (ya que lastimosamente estamos acostumbrados a otra cosa) fue que desde el minuto cero el sonido fue algo impresionante. Me atrevería a decir que fue uno de los mejores sonidos que he escuchado en toda mi vida.
Para colmo, salieron a escena con el pesadito 'Hardwired to Self-Destruct' y, como quien dice, le 'volaron la peluca' a todos los presentes. Pero, todavía no salgo de mi asombro... ¡Qué sonido! Y eso que he escuchado muchas bandas de heavy de las más grandes del mundo: Ozzy, Megadeth, Judas, etc... Pero lo de Metallica fue abismal.
En su setlist incluyeron varios temas del último disco, como también los clásicos de siempre. Por la mitad del show, metieron varios hits pegados y fue un momento donde nadie podía parar de cantar.
'Sad but true', 'Wherever I May Roam' y 'Master of puppets', sonaron en esa seguidilla. Antes, habían interpretado 'One', en un momento increíble. Hubieron momentos particulares donde se pudo disfutar del show de los integrantes.
Es el caso del bajista, Robert Trujillo, quien se mandó un solo que incluyó slap y muchos efectos despues de 'Halo on Fire'. También lo hizo Kirk Hammett después de 'Master of Puppets'.
El show cerró con 'Seek and Destroy', fuegos artificiales, y una gran alegría en todos los presentes, quienes pudimos ser testigos de un show único, en el marco de un festival que da para todo.
Ese mismo día vimos a Rancid, otra de las grandes bandas de este Lollapalooza 2017, pero esa experiencia da para otra nota. Disfrutamos de un día musical variado, pero cerrado con distorsión. ¿El predio? lleno... incluso en un momento se acabó la comida y eso generó largas colas para conseguir algo previo al show de Metallica. Pero en cuestiones de seguridad no hay nada para decir.