El núcleo duro del disco de diez temas temas fue grabado en Cathedral Estudio por los Turf, Nicolás Ottavianelli y Fernando Caloia, que presenciaron la escucha entre risas y, por momentos, con los ojos cerrados como dos nenes alcanzando su sueño. Ottavianelli contó lo placentero que es poder saborear la obra concluida, luego de aquella primera foto en el estudio, por febrero de 2014. Además, destacó su condición de fan para cumplir con todas las comodidades que Charly necesita. Otro tramo fue grabado en el Estudio Móvil Say no More, por el mismo García junto a Guillermo “Tato” Vega, y las baterías fueron capturadas en el estudio Los Pájaros, de Palito Ortega.

Participaron de la grabación Fernando Samalea en batería y percusión, Rosario Ortega en voces, Kiuge Hayashida Soiza en guitarra eléctrica, Antonio Silva en batería, combinación perfecta para dejar una base sólida a García.

Las luces bajaron su intensidad en sintonía con la música y se pudo ver el arte de tapa que, según dijo Facu, cantante de Pilotos y cuñado de Charly, muestra el cuerpo de Mecha Iñigo, apoyada en la mesada de la cocina del departamento de Coronel Díaz. Mientras, en una pantalla se reflejaron las letras de cada una de las piezas del rompecabezas.

Arrancó La máquina de ser feliz, “Hay tanta gente sola, hoy tanta gente llora, con forma de un pez, nadando en mares de Babel”. La primera alusión al itchthys (pez), que se puede ver en la portada del disco. En los créditos, Charly da las gracias a “los fieles de la Iglesia del Pescado”.

Charly García - La Máquina de Ser Feliz (Pseudo Video)

En Ella es tan Kubrick cita parte de la obra del cineasta, canta y le hace un guiño a Fito Páez: “Ella es tan Kubrick, si la descubren, sería una estrella de primer nivel, pero su madre, junto a su padre, lo echan a perder… no ven la artista que se van a perder”. Al finalizar el disco, García dejó un video con saludos y se lo escuchó decir: “¿Conocen a Kubrick?, deberían conocerlo.

Primavera tiene a Rosario Ortega en primer plano y Charly da su parte médico y proyecta “Ahora que estoy rehabilitado, saldré de gira y otra vez, me encerrarán cuando se acabe y roben lo que ya gané. Porque a mí ya no me importa discutir, es la inteligencia lo que lo hace huir… siempre estaré pronto a renacer porque hoy yo estoy más joven que ayer”. Luego se queja de la hiperconectividad: “No me muestres tus celulares, gramática fatal… arrobas y puntos, gramática de vegetal”.

En Rivalidad dispara: “Siempre hay vecinos incapaces para distinguir la música del ruido, pero nunca van a conseguir cambiarme”. Acompañado por una bata groovera y una guitarra bien funky, más un final lisérgico de sintetizador. Remite al sonido García y toma parte de la letra de No voy en tren “Yo sé qué se imaginan cuando hablo de la cruz del sur”.

Otro comienza con un ritmo bien Charly, con bombo y tacho al frente, y se queja pidiendo más: “En la primera hora me dieron el papel, la cocha de la lora, ahora lo tiene él, por eso yo quiero otro, otro, otro”.

Lluvia es un tema dulce con el bajo en primer plano, un encanto producido por una pandereta y la cálida voz de Rosario Ortega desde los coros. “Ya ves que yo no te puedo dar las cosas que quisiste dejar”, dice el músico.

“When I need somebody to love, someone I can believe, se oye en believe, canción que remite a The Byrds, cantada íntegramente en inglés.

En Amigos de Dios hace planteos frente a la TV: “Es medianoche en la televisión, cuando uno quiere algo de diversión. Con maquillaje y sin disfraz aparecen los amigos de Dios: son brasileros o de otro país, todos se esconden bajo un tapiz, esto con Hitler ya pasó, el milagro de una mala actuación. Cambio de canal, pero sigue el recital. ¿Con qué mierda drogan a la gente?... ¿Qué mierda van a vender, que difícil de creer”.

Spector se inicia con una batería con mucho eco que suenan como lejos en el horizonte para acompañar la confesión de Charly: “No conseguí escaparme, tenía que quedarme”.

Mundo B podría ser una mirada cómplice a los Beatles, ya que se escuchan fraseos como “I wanna hold your hand” y “She loves you, yeah, yeah, yeah...”

Muchos de los periodistas en la sala murmuraban sobre la novedad del “Bicolor”. Al escuchar a gran parte de los presentes, se podría llegar a la conclusión de que el problema que tiene Charly es que, justamente, compite con Charly. Quien escribe poco puede reprocharle al músico y peca de una subjetividad de fan para con el artista. Para la crítica habrá que esperar un día más.

Llega “Random”, el nuevo y esperado disco de Charly García