Este miércoles 5 de septiembre se recuerda el cumpleaños de Freddie Mercury, pero hay una historia en particular que todavía hoy es difícil de olvidar. 

En Ibiza todavía se recuerda a 'la madre de todas las fiestas' que ofreció el cantante de Queen el 5 de septiembre de 1987 para celebrar su cumpleaños número 41. Una festividad que afirman, se escuchó a 100 kilómetros de distancia.

Fue en el legendario Hotel Pikes con una lista que alcanzó más de medio millar de invitados y con una cantidad de excentricidades y excesos nunca antes vistos. 

Entre los relatos, por ejemplo del periodista Ricardo Colmenero en El Mundo, se habla de miles de globos de helio gigantes que se lanzaron al cielo, más de 350 botellas de Moët Chandon abiertas, se rompieron 232 vasos que le fueron luego facturados al manager de Queen y una mega torta gigante con la forma de La Sagrada Familia voló por los aires antes que Freddie pueda soplar las velas . 

Cuentan los ibicencos que la detonación de los fuegos artificiales de la fiesta se escuchó en Mallorca, a más de 100 kilómetros de distancia. Aunque se sabía que el cantante era un 'fiestero viejo' nunca se imaginaron algo así. 

A más de 30 años

El Hotel Pikes sigue abierto, pero no es un alojamiento cualquiera, sino que carga con las historias de sus visitantes. Y Freddie Mercury es el más importante. 

Su habitación habitual se mantiene intacta en el hotel, donde cada 5 de septiembre se festeja el 'Freddie Rocks', una fiesta que conmemora el cumpleaños del cantante (que era muy amigo del dueño del lugar) pero también aquella fiesta alocada e increíble. 

Durante la jornada se realizan grandes actuaciones de artistas, música, comida, DJs y varias presencias de famosos. Todos los 5 de septiembre, el Pikes es una fiesta gracias a Freddie. 

Obviamente no hay videos ni nada por el estilo, solo una foto que perduró con el correr del tiempo. 

La fiesta más grande de la historia que hizo Freddie Mercury y que dura hasta hoy

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Freddie Mercury - Ibiza 1987