La emoción del Piti Fernandez por un regalo inesperado
El líder de Las Pastillas del Abuelo visitó un programa de radio y se llevó las figuritas que buscaba desde su infancia.
“Me vuelvo loco. Mirá, Cúper, Tete Quiroz, el Loco Dalla Líbera. Mirá lo que es esto, me vuelvo loco, es el mejor regalo que me podían hacer, tremendo. No lo
puedo creer”. Piti Fernández, cantante de Las Pastillas del Abuelo y quemero reconocido, no suelta el paquete de figuritas del plantel de Huracán de 1993.
Ensimismado, viaja en el tiempo y recorre una y otra vez el pilón, como si pasara lista. “Cristofanelli, Corbalán, Segovia… Me sacaron una sonrisa, no esperaba
esto. Boludo el loco Dalla Líbera, me vuelvo loco, no lo puedo creer”, repite como un mantra. Pero el paquete no lo suelta.
La emotiva secuencia se vivió durante el especial por las cien emisiones de Dale Luz al Instante, el programa que conduce el periodista Bruno Lazzaro los martes
a las 21 por www.radiominnesota.net. Allí, el líder de Las Pastillas del Abuelo recorrió su trabajo solista “Conmigo mismo”, un proyecto artístico/genealógico
en base a poemas escritos hace más de 50 años por su abuelo materno Francisco Betancor, en el que comparte composición y producción con su primo y padrino y
del que participan dos de sus sobrinos. Un viaje musical y espiritual que emprendió entre la soledad del campo y la bohemia callejera de Parque
Patricios, que el músico interpretará este viernes en el Konex –en el marco del Data Festival- y el 14 de septiembre en La Trastienda.
Durante la charla, Piti realizó una semblanza del abuelo. “Era duro y a la vez melancólico”, dijo sobre “Paquito”, que trabajaba arreglando baterías para
autos y, además, escribía poemas. Su yerno, el padre de Piti, mandó a imprimir 50 ejemplares con sus textos bajo el título de “Conmigo Mismo” para repartir
entre la clientela. Además, se realizaron tres ediciones especiales en cuero para las hijas del poeta, en las que luego se inspiró Piti para el arte de su disco.
Las canciones fueron apareciendo a dúo con su primo, Diego Betancor, quien según el cantante, “hizo el laburo psicomágico de ponerse en los zapatos de mi
abuelo y componer como si fuera él”. Otras letras quedaron como las había escrito el abuelo, como “Flores blancas”, “Conmigo mismo” o “Le tengo miedo al
silencio”, que en el disco interpreta con Chizzo de La Renga y Hernán Sileoni de Los Enviados de Thot.
Durante la entrevista, el músico se refirió a otra de sus grandes pasiones, la literatura. “Hace mucho que estoy con libros vinculados a la música. Leo todo lo
que puedo sobre autores argentinos y ahora estoy enganchado con las biografías de Tom Petty y Bruce Springsteeen”. Además, está incursionando en la obra del
filósofo Rudolf Steiner, fundador de la antroposofía y de la educación Waldorf. “Hay mucho para aprender ahí, sobre la creencias en vidas pasadas y vidas
futuras, el ocultismo”, cuenta Piti, y conecta con el álbum escrito a seis manos con su primo y su abuelo. “Hay una cosa de sanar con el árbol genealógico en
muchas de las canciones del disco”.