Gracias a Francisco, Habemus Rolling en Cuba
En Septiembre de 2015, nuestro papa Francisco promovió el acercamiento entre Cuba y EEUU, visitando ambos países, y entre el 20 y el 22 de marzo de este año, el 'presi yankee' visitará a su par, Raúl Castro. Tres días después, luego de muchísimos años y giras, los Stones se le animan a las tierras de Silvio.
Antes de ir con la banda de la lengua, mis fans me pidieron que comente que salvo Fernando Casas de Diario Registrado, en los medios masivos, nadie dijo que en su misa tandilense, el Indio abrió el show con “Nuestro Amo juega al esclavo”, con toda la connotación política de semejante elección. (Violencia es mentir, y ocultar es mentir).
De paso, digamos que luego de que el Indio blanqueara el tema del Parkinson con valentía, sinceridad, elegancia y cautela, los tiempistas de la TV se pusieron monotemáticos, y la tele del lunes siguiente al recital fue un desfile de “Parkinsólogos”, que nos instruían sobre el tembleque.
Ok, del mejor rock de acá, vayamos a lo que se viene el 25 de marzo, porque será el histórico día de una Cuba rollinga. Ron y Ron Wood (chiste flojo pero muy a mano).
Jagger nos va a contar que visitó la isla de Pablo Milanés hace 5 meses, que bailó un son, que se tatuó al Che, que se tomó un helado en el lugar de la peli anti revolución Fresa y Chocolate, y que viene maquinando el show desde el año pasado.
Pero indirectamente, fue Francisco quien les allanó el camino a los que tocan Satisfaction. El rompió el cubito en las relaciones entre Cuba y EEUU, haciendo un puente entre el 'brother' de Fidel y el inmerecidísimo ganador del Nobel de la paz. Y con el terreno seguro, los Stones vienen después.
No sabemos si teloneará Buena Vista Social Club o alguna banda del emergente hard rock de La Habana, pero…¡Que marzo movidito para el pueblo cubano! ¡Desde la revolución que no había tanto rock and roll!
Y el primer acorde lo tiró quien hasta no hace tanto, fuese conocido como Jorge Mario Bergoglio (el mismo al que 'Edu' Feinmann no le tenía fe, y el mismo que no le regala sonrisas a nuestro amo que juega al esclavo).