El encuentro musical entre Bob Dylan y Johnny Cash tuvo registros históricos, aunque nunca fueron publicados en un álbum convencional.

La reunión ocurrió a fines de los 60 y quedó inmortalizada en lo que se llamó The Dylan/Cash Sessions.

En el festival de Newport de 1965, Dylan sufrió el abucheo del público por volverse eléctrico, por dejar el sonido folk de protesta atrás. "No es cómo lo dices, sino aquello que dices. Cállense y déjenlo cantar", reclamó Cash desde las páginas de Rolling Stone.

En 1969 mientras Dylan editaba su noveno álbum en Nashville, en febrero, tuvo lugar la sesión mítica en los estudios en que Dylan mostraba un vuelco hacia el sonido country.

Allí grabaron más de 12 temas, pero entre otras motivos, los pifies, los olvidos de letra, las entradas a destiempo, hicieron que una zapada no termine en formato de álbum.

Esa fue la única que coincidieron en un estudio de grabación, por eso no hubo segunda chance para registrar la magia que se vivió aquel día histórico.