Todo comenzó hace algunas semanas, cuando Maxi Prietto, cantante y líder de Los Espíritus, recibió algunas denuncias anónimas sobre presuntos abusos sexuales. 

Por este tema, la banda había emitido un comunicado haciéndose cargo del asunto y separando al cantante de la formación: algo que dinamitaría realmente la columna vertebral del grupo. Prácticamente lo acabaría musicalmente. 

Pero pasó un tiempo, y cambiaron de opinión. Entonces un nuevo comunicado apareció en el Facebook de la banda afirmando que actuaron "de manera equivocada y urgente" y que Maxi Prietto volvería a formar parte de la banda. 

En este último comunicado hablaron de que no fueron testimonios que buscaban reparación sino "un linchamiento", palabra que repitieron en más de una oportunidad.

Este comunicado aparentemente no cayó bien en todos los integrantes de la banda. Porque dos de ellos salieron a hablar y se separaron por motus propio de la formación. 

Se trata del guitarrista y cantante, Santiago Moraes, y del percusionista, Francisco Paz, que participaba como invitado desde hacía un año. 

Ambos manifestaron no estar de acuerdo con la decisión de la banda, y por eso, su salida. Esto mete más polémica aún a las denuncias en torno al cantante, que ahora seguirá al frente de esta exitosa banda.