A 22 años: la increíble historia de 'Corvata' de Carajo con una víctima de la AMIA
Hace poco publicamos el video de 'La Memoria', en el que cientos de artistas cantaron para conmemorar el atentado a la AMIA. Uno de ellos fue Marcelo Corvalán, cantante de Carajo, que se encontró con una historia que no esperaba y que le pegó de cerca: la de Marisa, su compañera de colegio.
Son de esas historias que no ocurren muchas veces en la vida, pero que cuando ocurren quedan retratadas en un momento. Y qué mejor, en una canción para recordarlas.
Marisa Said, de 22 años (casualmente, la misma cantidad de años que pasaron desde el atentado) fue una de las víctimas del brutal ataque a la mutual judía, este mismo 18 de julio, pero de 1994.
La joven estudiaba psicopedagogía y trabajaba como recepcionista en la AMIA, cuando una bomba explotó en el lugar dejando 85 muertos. Ahora, Marisa se convertirá en canción. Pero no por casualidad, ¿o sí?
Cuando Marcelo 'Corvata' Corvalán cantó junto a cientos de artistas el fragmento que rezaba: "Todos los muertos de la AMIA" en el tema 'La Memoria' de León Gieco, no sabía que su canto tomaría más fuerza que el pensado.
Cuando el Facebook de AMIA publicó el video, cientos de comentarios se agolparon uno arriba del otro. Pero hubo uno en particupar que llamó la atención.
Un argentino que vive en España de nombre Martín Gruver, comentó que 'Corvata' había sido compañero de primaria de una de las víctimas del atentado: Marisa Said. Y concluyó: "No creo que Marcelo esté al tanto del destino de nuestra compañera".
En ese momento, Elio Kapszuk, director del video en cuestión, le comentó al cantante y bajista de Carajo sobre este comentario que no pasó desapercibido. Pero el músico no lograba recordar a Marisa.
Según su relato, Corvata expresó: "No me acuerdo de nada: me habían cambiado de turno y estuve con ese grupo solamente en sexto y séptimo", en la escuela de Villa Crespo llamada Francisco Desiderio Herrera.
Kapszuk se pone en campaña y comprueba las sospechas: tanto Corvalán, como Gruver y Said, figuran en la lista de calificaciones del curso de séptimo grado de la promoción de 1984. Pero no se detiene ahí, sino que consigue el teléfono de la madre de Marisa y establece el contacto.
Cuando las fotos llegan a la retina del líder de Carajo sus ojos se llenaron de lágrimas. Ahora la recuerda. La imagen lo ayuda: era esa chica que lo ayudó a integrarse al nuevo grupo, donde no tenía amigos.
Teresa, la madre de la chica, junto con sus dos hermanos, se reúnen con Marcelo. Pero en la reunión, la familia de la joven no lleva solo las fotografías, sino que traen consigo una carta que Marisa le había escrito a Dios a los 16 años, donde manifiesta su profundo amor, donde pide perdón por haber dudado y donde pide que "desaparezca" la "injusticia".
Si hablábamos de casualidades (o, mejor dicho, de destino) cuando estas palabras llegan a los oidos de 'Corvata', las lágrimas ya no se disimulaban. Resulta que el cantante de Carajo es un hombre de fe, cuya creencia y religiosidad ha manifestado en reiteradas ocasiones, incluso, en una nota con el Suplemento NO SE cuando estaban presentando su último disco 'Frente a Frente'.
Luego de ese momento, 'Corvata' se propuso componer una canción sobre esto. Qué mejor para un tema, que los sentimientos a flor de piel, que estas cosas hermosas que pueden psar en la vida.
Lito Vitale está trabajando sobre la música de la poesía de Corvalán, el compañero de Marisa, esa chica que quedará inmortalizada en música, por siempre. “Ahora tengo una nueva amiga”, le dice Marcelo. Jorge, hermano de Marisa, mientras entona algunas estrofas de la canción, que termina: "Hoy solo vuelvo a decir/ lo mismo que dije ayer/ no se preocupen por mí/ donde estoy me tratan bien/ como pedí”.