Linette Young, de 43 años, proveniente de Los Ángeles, Estados Unidos, fue condenada a 180 días de prisión, 3 años de libertad condicional y a asesoramiento psicológico obligatorio por llamar al número de emergencias 911 más de 400 veces en los últimos tres años.


En 2013 llamó pidiendo asistencia médica en 220 ocasiones, según la oficina del fiscal de la ciudad de Los Ángeles. A pesar de las llamadas, los efectivos de urgencias nunca encontraron problema alguno en la salud de la solicitante.


Young fue declarada culpable por 12 cargos de llamadas molestas o de acoso y por 13 cargos de reporte falso de emergencia.


La condena incluye la condición de no tener ningún contacto con el Departamento de Bomberos de Los Ángeles y dejar de llamar al 911 si no se encuentra ante una situación de emergencia.