Los dirigentes del St. Pauli de Alemania se pusieron creativos en un momento de desesperación y fabricaron una máscara con la cara del director técnico del equipo, Ewald Lienen, para disimular su ausencia en la presentación de un nuevo refuerzo.

De esta manera, hicieron que un empleado de la institución se pusiera la careta y posara con la nueva incorporación, Marvin Ducksch, proveniente del Borussia Dortmund.

El club publicó la imagen en la cuenta de Twitter y sus seguidores no tardaron en notar que algo andaba mal. Fue entonces que los dirigentes debieron aclarar lo ocurrido.