Jon Knudsen, un sacerdote danés, está convencido de que los elfos son enviados del Diablo. De esta manera, para ahuyentar los malos espíritus, colgó al duende verde afuera de su iglesia junto a un cartel: “Renunciamos al diablo, a todas sus obras y a todo su ser".


Según el eclesiástico, en su país hay toda una tradición que liga a los elfos o duendes con Satanás, por lo que él encuentra totalmente errado el que se les enseñe a los niños que estos además sean sirvientes del “Viejo Pascuero”.

Knudsen se dedica a exorcizar a este tipo de “demonios” de los hogares, por lo que señaló que está abierto a recibir invitaciones a realizar este tipo de servicios de la persona que así lo requiera.