Un preso de la cárcel de Washington en el condado de Oregon, denunció que dos guardiacárceles lo obligaron a mantener relaciones sexuales a la fuerza.

Por eso demandó a la penitenciaría y Jill y Brett Curry Robinson fueron detenidas, acusadas de "violar" a Jeng Li Roy Delgado-Galban, condenado por robo a mano armada y con una larga historia de asaltos sexuales.

El convicto solicitó a través de sus abogados, que el servicio penitenciario le pague una indemnización millonaria por el "abuso" de las guardiacárceles.