Los piercing más extraños que duelen sólo de verlos
Los amantes de los piercing y los expansores no tienen límites y apuestan por los lugares más insólitos, que tan sólo basta con verlos para retorcerse del dolor.
Cuando pensábamos que ya habíamos visto todo, aún hay más. Se trata de personas que, aburridos de los piercing en los lugares más comunes, se jugaron por otros que duelen con tan sólo verlos. Desde expansiones en la barbilla, en la lengua, en las encías, en el frenillo y hasta incluso en la campanilla.