En el municipio español de Ribadavia, un hombre enloqueció cuando un perro quiso montar a su cachorra, y le cortó el pene con una navaja.

Los vecinos escucharon los alaridos del animal, y denunciaron este hecho repudiable, y en consecuencia, el hombre fue imputado por el delito de maltrato animal, y tuvo que prestar declaración en el Juzgado de Instrucción de Ribadavia.

El perro sobrevivió a la amputación de su pene. Luego de ser casi castrado, volvió malherido a la casa de su dueño, pero huyó en cuanto su propietario intentó curarlo.

De acuerdo con el relato del hijo del dueño, el pobre perrito no apareció recién hasta el día siguiente, cuando al fin puedo llevarlo a una clínica veterinaria de Ribadavia.

El veterinario vio que al animal le faltaba más de la mitad del pene y tenía los vasos sanguíneos cortados, y explicó, asombrado por un caso que nunca había presenciado: “Hubo que amputarle todo, castrarlo y operarlo para hacerle una apertura de uretra para que pueda orinar".

Según los denunciantes, tras la declaración ante el Juzgado, el agresor asumió su responsabilidad y se mostró dispuesto a hacerse cargo de los gastos veterinarios.