El perro más solo del mundo
El perrito se la sabe lunga pero está muy solo. Con una maquinita casera él mismo se lanza la pelota para luego buscarla. Ternura extrema.
Quien se tomó el trabajo de hacer esta máquina para ahorrarse jugar con su mascota se debe haber pasado más tiempo creándola del que se pasaría si jugaría con él al menos varios años.
Autómata, la mascota toma la pelota, la acomoda, la lanza y la busca. Así, en loop. Pobre perrito aplicado, ¿no?