1. Los aye-ayes solo se encuentran en la isla de Madagascar. Puede que a primera vista estos extraños animales no parezcan primates, pero están emparentados con chimpancés, simios y humanos.

2. La rata topo desnuda -Heterocephalus glaber- es uno de los mamíferos más extraños conocidos por la ciencia. Ellos casi no tienen pelo, de ahí su nombre, y tienen grandes incisivos salientes. Los dientes son una adaptación a vivir bajo tierra y son una herramienta clave para hacer túneles a través del suelo, también los utiliza para llevar los alimentos dentro de sus colonias, que en promedio constan de 80 animales.

3. Las lampreas son peces primitivos que no tienen mandíbula, muy parecidos a la anguila, aunque muy distintos por dentro, y con cuerpo gelatinoso y muy resbaladizo, sin escamas y con forma cilíndrica. En la boca tiene unos dientes córneos y es en forma de ventosa; así se fija a sus presas, siempre vivas, a las que les chupa la sangre de la que se alimenta. No resulta raro verla fijada a tiburones, salmones, bacalaos y mamíferos marinos, tambien suelen aferrarse al cuerpo humano.

4. El topo de nariz estrella está cubierto de piel marrón negruzco de espesor repelente al agua y ha escalado grandes pies y una cola larga y gruesa, que parece funcionar como una reserva de almacenamiento de grasa para la primavera la temporada de cría. Los adultos son de 15 a 20 cm de largo, pesan unos 55 gramos y tiene 44 dientes. El rasgo más distintivo lunar es un círculo de 22 móviles, tentáculos rosados, carnosos, en el extremo del hocico, de la que deriva su nombre. Estos se utilizan para identificar los alimentos por el tacto, como los gusanos, insectos y crustáceos.

5. El pez borrón, considerado el pez más feo del mundo, vive a entre 600 y 1200 metros de profundidad frente a las costas de Australia y está amenazado debido a la pesca de arrastre intensiva.

6. La tortuga de Cantor -Pelochelys cantorii- es una rara especie de tortuga de agua dulce de la familia Trionychidae, que no posee caparazón rígido. El 95% de su vida se esconde bajo la arena o el fango para protegerse de los depredadores.

7. El pez murciélago de labios rojos, del género Ogcocephalus, ha desarrollado unas aletas pectorales, estás le sirven para desplazarse por el fondo marino rugoso del Océano Pacífico a unas profundidades de más de 30 metros. Su aleta dorsal tampoco le sirve para nadar sino que ha evolucionado hacia una proyección espinosa retráctil que le sirve de señuelo para sus presas, también para esta misma función tiene un apéndice llamado illicium en la cabeza. Su alimento son peces pequeños y gambas. Otra característica asombrosa de este pez son sus labios de un rojo intenso que le sirven como reclamo sexual. Se encuentra en las aguas próximas a las islas Galápagos en Ecuador.

8. El tiburón duende mide entre 2 y 3 metros, con un máximo de 6 metros, y pueden pesar hasta 700 kg1 El hocico tiene forma de lámina, muy alargado y aplanado, sus ojos son pequeños y presenta numerosos dientes frontales largos y puntiagudos. La mandíbula es larga, estrecha y puede proyectarse ostensiblemente hacia el exterior, pero por lo común está en perfecto alineamiento con el perfil de la cabeza. Las aletas dorsales son pequeñas y redondeadas, al igual que las pectorales. La aleta anal y las aletas pélvicas son más grandes que las dorsales. El cuerpo es alargado y comprimido lateralmente. Su coloración es blanca, con matices rosados en el tronco y azulados en las aletas; pero se vuelve rápidamente amarronada en los ejemplares sacados del agua.

9. El pez Pacú Posee una poderosa mandíbula y una fuerte dentadura con molares llamativamente parecidos a los de un ser humano. Su curiosa dentadura junto a la musculatura que la acciona son de una fuerza singular, a tal punto que una mordida de un Pacú puede doblar un anzuelo con un grosor superior al milímetro.

El pacú o chancho de río como lo denominan los lugareños, es de color grisáceo, con algunos tonos dorados, tornándose más oscuro cuando se encuentran en aguas muy claras. Se lo encuentra desde el Paraná medio hasta el Paraná superior, así como en el río Paraguay y el Bermejo.

10. La víbora peluda de los arbustos o Atheris, es un género de serpientes venenosas Viperinae que se encuentran únicamente en África sub-sahariana, excluyendo a África meridional. Confinada a áreas selváticas, muchos miembros tienen distribuciones fragmentadas y aisladas. No se conoce mucho acerca del veneno excepto que es fuertemente hemotóxico, causa dolor, inflamación y problemas de coagulación de la sangre.