Uruguay aprobó la ley que legaliza la marihuana
Tras los meses de trabajo parlamentario y con los votos del Frente Amplio, se aprobó la ley de la marihuana en el Senado, que concentra en manos del Estado la regulación, cultivo, venta y distribución de la planta.
Con 16 votos a favor y 13 en contra, el senado uruguayo aprobó este martes por la noche la ley que legaliza la marihuana y le otorga al Estado el monopolio de la venta a través de farmacias.
El debate que duró más de 10 horas, comenzó minutos antes de las 14. Poco antes de la aprobación de la ley, llegó a las puertas del Parlamento una marcha con militantes a favor de la iniciativa impulsada por el gobierno y su bancada de legisladores.
La ley se sancionó principalmente por los votos del oficialismo que cuenta con la mayoría absoluta en el Parlamento.
Varios legisladores del Partido Nacional ya anunciaron que promoverán un referéndum para derogar la ley con el voto de la ciudadanía. Además presentarán recursos de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte de Justicia.
La aprobación de esta ley contó con la mirada de toda la prensa internacional lo que se califica como una jornada histórica por lo avanzado de la ley.
En el debate el primero en tomar la palabra fue el senador frenteamplista Roberto Conde quien puso énfasis en la parte educativa de la norma y dijo que "se trata de sustituir una pedagogía del `No´, que ya no es creíble para los jóvenes, por una pedagogía del análisis social".
Como punto positivo destacó que "no existen registros de muertes por consumo abusivo de cannabis, mientras el tabaco registra 5 millones de muerte al año".
El debate también contó con detractores y algunos cuestionaron puntos específicos. Como fue el caso del senador Luis Alberto Heber, quien cuestionó el número de plantas que puede tener cada persona para el autocultivo y el mecanismo de acceso a las semillas.
Por su parte, las filas conservadoras del partido colorado coloradas, encabezadas por Alfredo Solari, dijo que “este proyecto de ley que plantea un experimento de ingeniería social que no cumple con ninguna de las salvaguardas éticas de la experimentación con los seres humanos”.
“Ni nuestro gobierno ni el resto del mundo deberían experimentar con los uruguayos; con niños y adolescentes sin garantías apropiadas. Me indigna la ligereza con la que se ha tratado este tema”, dijo el senador y prosiguió a detallar las diez razones por las que el Partido Colorado se opone a la ley.