Una de las hijas de la pareja hallada momificada en un glaciar celebra poder despedirse de ellos
Marcelin and Francine Dumoulin desparecieron en los Alpes el 15 de Agosto de 1942, 75 años después, algunos de sus hijos podrán despedirse de ellos después de haber sido encontrados congelados cerca del telesquí del pico Le Dôme.
Una pareja que desapareció hace 75 años en el macizo de Les Diablerets, en el sur de Suiza, fue hallada momificada en la nieve de un glaciar, a 2.615 metros de altitud.
Monique Gautschy-Dumoulin, una de las hijas de 7 del matrimonio- tenía 11 años cuando se despidió de sus padres por última vez el 15 de agosto de 1942. Ahora, a los 81 años, Monique recordó: "Habían ido a los campos para atender a las vacas", recordó desde su casa en Suiza. "Me dijeron que volverían más tarde en la noche o, posiblemente, al día siguiente, si estaban demasiado cansados. Era un sábado. Mi padre me abrazó".
Después de que no regresaran, la anciana recordó: "Fui a encontrarme con una amiga al borde del pueblo para ver si los había visto regresar. Cuando ella dijo que no, empecé a llorar. Sabía que había pasado algo malo.El sacerdote, que era amigo de mi padre, lanzó una búsqueda. Todo el pueblo ayudó. Pero no había rastro de ellos, ni una pista".
Monique señaló que ella y sus hermanos -Maurice, Raphael, Candide, Eugene, Charles y Marceline- permanecieron en la casa de la familia "durante dos o tres semanas" después de que sus padres desaparecieran.
"Yo era la mayor, así que estaba haciendo todo. La cocina, el lavado – y recuerde, esto era antes de las lavadoras–. Todo a mano. Tenía que cuidar de mi hermana y de mis hermanos. Fue difícil", contó la mujer y lamentó: "Y entonces, un día, la casa fue cerrada. No se nos permitió tomar nada; nos fuimos sin recuerdos, nada. El sacerdote organizó un sistema para que todos nosotros viviéramos con diferentes familias".
Y contó: "Fuimos enviados a trabajar a jardines, campos, viñedos. Nunca estuvimos juntos. Incluso si hubiéramos estado en el mismo pueblo, no nos veíamos porque trabajábamos mucho tiempo. A veces había festivales, pero había que pagar para eso. Así que cada uno descansó en su propio rincón del mundo y creció por separado. La vida cambió terriblemente después de que ellos desaparecieron".
"Pasamos toda nuestra vida buscándolos, sin parar. Nunca pensamos que podíamos darles el funeral que merecían. Puedo decir que después de 75 años de espera, esta noticia me da una profunda sensación de calma", explicó Monique que aseguró que: "Para el funeral, no usaré negro. Creo que el blanco será más apropiado. Representa la esperanza, que nunca perdí".