La vida cambio radicalmente para este inmigrante senegalés. Ocho años atrás llegó a las costas españolas en una 'patera' -como se denomina a las embarcaciones cargadas de refugiados económicos que intentan arribar a Europa- junto a 65 compatriotas.

Ahora podrá tomarse con más calma el día a día y pensar en dedicarse a tareas menos agotadoras que la de peón en los invernaderos de hortalizas donde se desempeñaba a tiempo parcial. En el momento de recibir la buena noticia se encontraba sin empleo y declaró en la puerta de la agencia donde compró el billete ganador que no contaba 'ni con cinco euros en el bolsillo'.

Si bien puede ser visto como un ejemplo de superación, es solo una excepción dentro de la gran cantidad de inmigrantes africanos que llega a España año tras año para realizar los trabajos más duros y que aú así tienen dificultades para encontrarlo en zonas como Algeciras -donde reside Ngagne- que tiene más de 30% de su población desempleada.