Este lunes se oficializó la mudanza de la embajada de EEUU desde Tel-Aviv a Jerusalén, en un claro gesto como reconocimiento de dicha ciudad santa como capital de Israel, lo que generó un incremento en las protestas en la Franja de Gaza que ya terminó con la vida de al menos 41 personas. Según informó Amnistía Internacional, hay seis menores de edad entre los palestinos muertos.

Además, más de 1900 resultaron hoy heridas en los enfrentamientos con soldados israelíes en la frontera. Varios palestinos, que se oponen a la mudanza de la sede diplomática, incendiaron neumáticos e intentaron cortar la valle de seguridad.

"Hoy cumplimos una promesa hecha al pueblo estadounidense y le damos a Israel el mismo derecho que a cualquier otro país, el derecho de designar su capital", declaró el embajador de Estados Unidos, David Friedman, al inicio de la ceremonia.

Con banderas palestinas y otras negras, así como con llaves para simbolizar su demanda de poder retornar a las tierras de las que sus antepasados tuvieron que huir o fueron expulsados a raíz de la fundación del Estado de Israel en 1948, varios manifestantes también quemaron una bandera de Estados Unidos.

La Autoridad Palestina acusó a Israel de cometer una "horrible masacre" en la frontera y pidió una "intervención internacional". Estos fallecimientos llevan a 91 el número de palestinos muertos desde el inicio de un movimiento de protesta multitudinario, el 30 de marzo.

Se trata de la jornada más mortífera del conflicto israelo-palestino desde la guerra de 2014.

Mientras tanto, el presidente Donald Trump hizo caso omiso de la violencia desatada y celebró por Twitter su decisión: "¡Un gran día para Israel". La medida del republicano de mudar la embajada rompió con un viejo consenso internacional de que el estatus de Jerusalén sería determinado por un acuerdo de paz entre Israel y los palestinos.

Ampliar contenido

Mientras que el domingo, ante la llegada de la delegación enviada por Trump al país asiático, el jefe del Al Qaeda, llamó a luchar contra Estados Unidos, al afirmar que la instalación de su embajada en Jerusalén era la prueba de que las negociaciones y el "apaciguamiento" no sirvieron a los palestinos.