Después de numerosas negociaciones que no llevaron a ningún lado sino que acrecentaron el mal clima entre ambos países; Rusia decidió hacer efectiva su amenaza de cortar el suministro de gas a Ucrania.

Los dirigentes prooccidentales de Ucrania tenían hasta este último domingo para encontrar una solución al conflicto energético con Moscú, pero la respuesta no llegó a tiempo y generó mayor malestar en el conflicto civil que separa cada vez más al país.

La empresa Gazprom anunció que impondrá a Ucrania un sistema de prepago para el abastecimiento de gas,lo que implica que solo suministrará los volúmenes que se hayan pagado. Hasta el momento la deuda ucraniana asciende a  4500 millones de dólares.


"Naftogaz recibe solo los volúmenes por los que paga. No ha pagado nada, así que no se suministra nada", precisó Serguei Kuprianov, el portavoz de Gazprom.

La medida podría generar  "posibles perturbaciones" en el suministro a la Unión Europea si Ucrania llegara a apropiarse del gas que transita por su territorio, que corresponde a un 15% del gas que consume Europa.

Además del corte de suministro, Rusia interpuso una demanda en el tribunal de arbitraje internacional de Estocolmo para reclamarle a Kiev la deuda de 4.500 millones de dólares, demanda que se  adelantó al accionar judicial del grupo ucraniano Naftogaz, que demandó a la compañía gasífera rusa por "el pago indebido de 6 mil millones de dólares en 2010".

Ucrania bregó por llegar a un acuerdo en el precio del gas pero Rusia no accedió a bajar el costo. El jefe de la diplomacia rusa Serguei Lavrov denunció el domingo la "arrogancia" de Kiev que "rechaza un compromiso razonable" y aceptar una tercera parte que actúe como mediadora.