El presidente ruso, Vladimir Putin, promulgó este martes la ley votada días atrás por los parlamentarios rusos, que autoriza la violencia doméstica ejercida por el jefe de hogar.

De este modo, en Rusia ya no es delito pegarles a mujeres, viejos y chicos, aunque provoque  dolor físico y dejen moretones o arañazos.

De ahora en más, sólo se podrá juzgar a los agresores cuando sus actos causen “daño a la salud” y se repitan más de una vez al año contra el mismo familiar; así y todo, la primera condena no será más que una multa o trabajo comunitario y sólo en la reincidencia llegaría a ser penal.

La ley fue impulsada por la presidenta de la Comisión de Familia, Mujer e Infancia de la legislatura rusa (o Duma), la diputada ultraconservadora Yelena Mizulina, quien durante el debate legislativo sostuvo que por culpa de "una cachetada" se están rompiendo familias enteras.

Mizulina ya argumentó que “las relaciones entre padres e hijos se basan en la autoridad de los padres. Las leyes deben apoyar esa tradición familiar y el sistema de valores que la sociedad mantiene".

Se trata de la misma funcionaria que promovió la ley contra la “propaganda gay”, que prohíbe hablar en público de “relaciones sexuales no tradicionales" y penaliza la marchas del orgullo y penas de cárcel para los activistas. La homosexualidad, para Mizulina, es igual a la paidofilia...