En una nueva jornada de protesta, un número indeterminado de personas resultaron heridas por los enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas del orden que dispersaron a la gente con gases lacrimógenos.


La embajada de Francia en Níger pidió a sus compatriotas aumentar la vigilancia y no salir a la calle.


Los manifestantes incendiaron la casa familiar del ministro de Exteriores nigerino, Mohamed Bazoum, y presidente del Partido Nigerino Para La Democracia y el Socialismo que está actualmente en el poder, sin aparentemente causar víctimas mortales.


Medios privados nigerinos informaron sobre la detención de cinco ulemas, pero ninguna fuente oficial lo confirmó.


También varias tiendas de venta de bebidas alcohólicas, locales de juego de azar, dos vehículos de policía y neumáticos fueron incendiados lo que provocó nubes de humo visibles desde varios puntos de la ciudad.


Ayer, cuatro personas murieron en violentos enfrentamientos en la ciudad de Zinder, en el centro-oeste del país, después de una manifestación convocada al principio para condenar la presencia del presidente del país el pasado domingo en la manifestación de París por los atentados yihadistas que dejaron 17 muertos.


Los manifestantes protestaron por el último número del semanario Charlie Hebdo donde en su portada se ve a Mahoma entristecido y derramando una lágrima mientras muestra el eslogan "Je suis Charlie" (Yo soy Charlie), rematado por el titular "Todo está perdonado".


El mundo musulmán, tanto en su rama mayoritaria sunnita como en la minoritaria chiíta, ha reaccionado con ira a la publicación de este último número de Charlie Hebdo (reproducido por varios diarios europeos) que han considerado una provocación.


"La mayoría de los musulmanes se verán afectados, molestos por la reaparición de estas viñetas", consideró el Consejo Musulmán de Reino Unido en su comunicado de condolencias. "Pero nuestra reacción debe ser reflejo de las enseñanzas de la gentil y piadosa personalidad del Profeta (Mahoma), la paz sea con él".