Siguen las repercusiones por la decisión de la Corte de La Haya que, en un fallo histórico, puso fin al proceso iniciado en 2008 y otorgó a Perú 80 millas de territorio marítimo que estaba en manos de los chilenos.

Según la demanda peruana, presentada el 16 de enero de 2008 -su presidente era entonces Alan García-, la frontera marítima debía iniciarse en el Punto Concordia, en el que el límite terrestre llega al mar, de conformidad con el tratado de 1929 y dictámenes de la Comisión Mixta de Límites de 1929-30.

Chile, en cambio, sostenía que el límite marítimo ya fue fijado por esa Comisión y refrendado por la Declaración de Santiago, en 1952, y el tratado de 1954, en Río de Janeiro, por el cual la línea divisoria surge de un paralelo desde el Hito 1, establecido 150 metros al norte de lo propuesto por Lima.

Tras el fallo, el presidente chileno se mostró reticente. "Esta decisión significa que Chile debe ceder derechos económicos en una zona de aproximadamente 20000 a 22000 km2 al oeste de la milla 80", explicó esta mañana de lunes y luego, por la noche, dio mas detalles en una cadena televisiva.

Con un estilo didáctico, usando un mapa y un puntero, Piñera destacó que el fallo ratifica la actual frontera fijada en dos tratados suscritos en 1952 y 1954, pero lamentó que el tribunal haya reducido la zona económica exclusiva del país. El presidente reiteró que "Chile cumplirá, pero también exigirá el cumplimiento del fallo de la Corte de La Haya".

"Y dada la naturaleza y contenido de este fallo, su implementación deberá ser gradual y requerirá acuerdos entre ambas partes, y la adaptación de las normas internas de cada país al contenido del fallo de la Corte y al derecho internacional del mar".