Para el Papa, "la trata de personas es un crimen contra la humanidad"
El papa Francisco calificó este jueves a la trata de personas como una "plaga social de nuestro tiempo" y "una verdadera forma de esclavitud", que afecta a todos los países, incluso los más desarrollados.
Así lo expresó durante el discurso que pronunció este jueves ante 16 nuevos embajadores y un representante diplomático no residentes ante la Santa Sede, según informó el Vaticano.
Se trata de los embajadores de Argelia, Islandia, Dinamarca, Lesotho, Sierrra Leona, Cabo Verde, Burundi, Malta, Suecia, Pakistán, Zambia, Noruega, Burkina Faso, Uganda y Jordania; y el representante diplomático de Palestina.
"La trata de personas es un crimen contra la humanidad... Esto no puede continuar: es una grave violación de los derechos humanos de las víctimas y una afrenta a su dignidad, además de una derrota para la comunidad mundial", dijo en su enérgico discurso.
"Todas las personas de buena voluntad, sea que profesen una religión o que no lo hagan, no pueden permitir que estas mujeres, estos hombres, estos niños sean tratados como objetos, engañados, violados, a menudo vendidos y revendidos, con diferentes fines y, al final asesinados", agregó.
En ese marco, consideró "necesaria una toma de responsabilidad común y una voluntad política más fuerte para vencer en este frente", así como "responsabilidad hacia los que han caído víctimas de la trata para proteger sus derechos, y para garantizar la incolumidad de sus familiares, para evitar que los corruptos y los delincuentes eludan la justicia".
También exigió una intervención legislativa "adecuada en los países de origen, tránsito y llegada, también para facilitar la regularidad de las migraciones, puede reducir el problema”.
Si bien destacó que los gobiernos y la comunidad internacional "no han dejado de tomar medidas en los distintos niveles para bloquearlo y para proteger y asistir a las víctimas de este delito", dijo que "es necesario que la acción se extienda al ámbito cultural y a la comunicación".
Por último, calificó a la trata de personas como una "plaga social de nuestro tiempo" e instó a la comunidad internacional "a hacer todavía más concorde y eficaz la estrategia contra la trata para que los hombres y las mujeres nunca sean utilizados como un medio, sino respetados siempre en su dignidad inviolable”.