Once de los trece fallecidos en una fiesta clandestina en Perú dieron positivo de coronavirus
La fiesta clandestina se produjo el sábado por la noche y cuando llegó la policía se produjo una estampida que terminó con la vida de 13 personas. Entre los detenidos también hubo 15 que dieron positivo.
Al menos 15 de los 22 arrestados deberán ser puestos en cuarentena después de dar positivos de COVID-19.
Los policías que participaron del trágico operativo también deberán ser testeados por haber tenido contacto directo con los muertos y detenidos que estaban contagiados.
Aunque la intervención policial se produjo una hora antes del inicio del toque de queda que regía hasta las 4:00 del lunes, las reuniones familiares y sociales están prohibidas en todo el país.
La pandemia tiene a Perú como el sexto país del mundo y el segundo de Latinoamérica con más casos confirmados de coronavirus al acumular más de 585.000 contagios, y con más de 27.400 fallecidos está a punto de alcanzar la mayor tasa de mortalidad a nivel global.
A pesar de las restricciones en esta fiesta participaron unos 120 jóvenes y por lo que confirmaron los tests se transformó en un caldo de cultivo para el contagio.
El presidente de Perú, Martín Vizcarra, exigió el máximo castigo a los responsables de organizar esa fiesta porque "todo el trabajo que hacemos para combatir al virus se va por la borda si tenemos gente que actúa de esa manera".
Entre los detenidos se encuentran los organizadores de la fiesta, los dueños del local y el administrador quienes podrían afrontar hasta 35 años de cárcel.
Por su parte la ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Rosario Sasieta, consideró que los organizadores de la fiesta y los dueños del local deben ser acusados de homicidio porque “las puertas de esas discotecas nunca debieron ser abiertas”.