Oklahoma propone volver a la cámara de gas
Ante la falta de barbitúricos para aplicar la inyección letal se inició el debate que contempla ejecutar a los condenados con gas nitrógeno.
Actualmente en Oklahoma están atravesando una situación particular ante el faltante de uno de los tres componentes que se usan en el cóctel para la inyección letal. Estados Unidos junto con Arabia Saudita, China, Irán y Yemen son los países que más personas ejecutan por año.
Con numerosas ejecuciones pausadas por el faltante; los legisladores republicanos empezaron a debatir la posibilidad de utilizar gas nitrógeno para acabar con la vida de los reos. Una posibilidad que ya levantó polémica entre los estadounidenses y el resto del mundo.
“No se necesitaría a ningún médico para hacerlo”, asegura el expolicía Mike Christian y agrega: “Es muy práctico y es eficiente”. Esta muerte por hipoxia lo que haría es privar al preso de oxígeno en sangre, como cuando la cabina de un avión se despresuriza.
La inyección letal comenzó a utilizarse en 1982 en Texas pero hoy por hoy los laboratorios no parecen estar dispuestos a cumplir con la demanda del midazolam –un sedante, supuestamente la benzodiacepina de efecto más rápido del mercado- que no siempre demostró ser efectiva.
Como el caso de Clayton Lockett que tardó más de cuarenta minutos en morir entre convulsiones y agonía al no funcionar la inyección.
El proyecto de la cámara de gas, cuyas reminiscencias al nazismo son imposibles de dejar de mencionar, tiene un costo de 300.000 dólares que el estado de Oklahoma está dispuesto a pagar. En la actualidad, cuatro Estados permiten la muerte en cámara de gas: Arizona, California, Misuri y Wyomoing-, pero todos ellos tienen la inyección letal como primer método de ejecución.
“No existe la muerte perfecta”, asegura Dieter director del Centro de Información sobre la Pena de Muerte (DPIC, siglas en inglés), quien destaca que “Hay que usar la medicina y la tecnología para ir hacia delante no hacia atrás”.