Cientos de personas protestaron en la noche del martes frente a la comisaría de Ferguson, en Missouri, que permanecía cercada por vallas y barricadas de hormigón, contra la absolución decretada por un jurado norteamericano que absolvió y liberó al policía blanco que asesinó al adolescente negro Michael Brown.

Además de la policía local, la dependencia estuvo rodeada por agentes antidisturbios y efectivos la Guardia Nacional y una fuerza de reserva militar que fue desplegada en columnas de Humvee. En total, más de 2.000 miembros de las fuerzas de seguridad se movilizaron en las calles de Ferguson.

Se trata de una localidad donde más del 60 por ciento de los 20.000 residentes son afronorteamericanos pero sólo hay 3 entre los 56 policías locales y uno en el gobierno municipal.

Al menos tres personas fueron detenidas frente a la comisaría, ante lo que los manifestantes corearon la consigna "No dispares" y llevaban pancartas en las que se leían frases como "Paren la brutalidad de la Policía" mientras un helicóptero de las fuerzas de seguridad vigilaba desde el cielo los acontecimientos sobre el terreno.

Trap Maurice, un residente de 19 años, gritaba: "Si no hay justicia, no puede haber paz". "No conocí a Mike Brown, pero estoy seguro de que era un buen chico", dijo a Adam, de 25 años, según consignan las agencias internacionales.

Aunque no ocurrieron disturbios tan graves como los del lunes, una grupo de manifestantes volcó un patrullero cerca del Ayuntamiento, los que fueron reprimidos por los agentes con el usos de gases lacrimógenos para dispersarlos, mientras muchos comercios de las calles céntricas aparecían tapiados con paneles de madera como medida de precaución contra posibles saqueos.

Como se recordará, Michael Brown, de 18 años, murió baleado por Darren Wilson el 9 de agosto, lo que provocó una ola de protestas y disturbios y reabrió el debate sobre la discriminación racial por parte de la Policía.