Nevadas históricas por el "ciclón bomba" en Estados Unidos dejan un saldo de 17 muertos
Con un frío extremo en gran parte de ese país, y con la última tormenta que se desplazó por la costa este e hizo que nevara por primera vez en 30 años en Florida, Estados Unidos enfrenta un invierno glacial.
A la espera del cambio de condiciones que convertirían las tormentas en un ciclón bomba invernal con la fuerza de huracán, varios estados de Estados Unidos se preparan para resistir el viento y el frío.
Al menos ya se informa de 17 muertes que fueron atribuidas a las bajas temperaturas - aunque se cree que ese número podría aumentar- considerando el clima que atraviesa Texas y a la región de Nueva Inglaterra.
La ola de frío polar ya puso a más de 40 estados del país con temperaturas de -20º celsius y obligó la cancelación de miles de vuelos. Incluso muchos Gobernadores y autoridades locales pidieron a la ciudadanía no salir de sus casas.
En Savannah, Georgia, una gran cantidad de coches y camiones quedaron atrapados en las carreteras de la zona por la gran cantidad de nieve acumulada, ya han declarado el estado de emergencia.
Tallahassee, la capital de Florida, amaneció el miércoles pasado con 2,5 milímetros de nieve, la primera medición significativa desde 1989, según el Weather Channel.
Las alertas de tormenta invernal están vigentes en la Costa del Golfo de Florida, hasta el norte del país en la costa del Atlántico y los meteorólogos indicaron que los vientos huracanados que azotaban a la región podrían generar oleaje de hasta siete metros.
"La tormenta se está intensificando rápidamente en Carolina del Norte", advirtió este jueves el Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés). Según detallaron, el fenómeno bajó 24 milibares en solo siete horas, lo que es una velocidad "muy rara" para una tormenta, ya que el plazo para ese descenso suele ser de al menos 24 horas.
Las previsiones meteorológicas indican que el impacto más fuerte se sentirá en Long Island, al este de Manhattan, y en partes de la costa de los estados vecinos de Nueva Jersey y Connecticut. "Nos está llegando una fuerte tormenta, con condiciones muy peligrosas", afirmó el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio.