La presidenta de Corea del Sur pidió perdón después de que se aprobara su destitución
Después de multitudinarias manifestaciones de rechazo hacia Park Geun-hye, el parlamento surcoreano aprobó por dos tercios la salida de la mandataria involucrada en un escándalo de corrupción.
Finalmente la presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye, tuvo que disculparse ante los ciudadanos de su nación en cadena nacional y entregar todos sus poderes al primer ministro, Hwang Kyo-ahn.
El Parlamento de Corea del Sur aprobó su destitución- con 234 votos a favor y 56 en contra- por su implicación en el caso conocido como de la “Rasputina”. Park fue señalada por los fiscales como “cómplice” de su amiga Choi Soon-sil, que habría creado una red de extorsión y favores para recaudar decenas de millones de dólares de grandes empresas del país.
El lazo de amistad entre Park y Choi era tal que incluso ésta última llegó a editar algunos discursos de la presidenta suspendida y hasta tuvo acceso a documentos secretos sobre las relaciones con Japón y Corea del Norte.
Tras la aprobación del impeachment, Park aseguró que “toma en serio las voces de la Asamblea Nacional y del pueblo” e instó a los ministros y al nuevo líder provisional del país a “hacer todo lo posible para minimizar los vacíos en el gobierno, especialmente en los ámbitos de economía y seguridad”, hasta que el Tribunal Constitucional de el veredicto final.
El veredicto final se puede prolongar 180 días como máximo, en el que para ratificar la destitución el Tribunal deberá fallar con al menos seis votos de los nueve a favor.