El temporal de lluvia que golpea al Reino Unido pasó a ser la peor inundación en al menos treinta años. Cientos de evacuados temen nuevas precipitaciones que amenazan con empeorar la situación.

Las zonas más castigadas son las del suroeste de Inglaterra y ciudades cercanas a Londres, por donde pasa el río Támesis. También la zona de Berkshire y Surrey, a las afueras de la capital británica, están comprometidas.

El temporal, que parece no cesar ya que se esperan más lluvias para los próximos días, perjudicó los servicios ferroviarios. Algunos servicios de tren entre el suroeste de Inglaterra y Londres fueron cancelados.

Las autoridades locales trabajan con la policía y las fuerzas armadas para atender las necesidades de la población, si bien muchos británicos han criticado al Gobierno por no haber tomado medidas en su momento para evitar una situación como la que vive Inglaterra.

Un portavoz del Ministerio de Defensa dijo a la agencia Efe que, 130 miembros de las fuerzas armadas, muchos de ellos del Ejército y la Marina, se han sumado a las tareas de emergencia para colocar sacos de arena en algunas áreas a fin de contener las aguas.

El primer ministro, David Cameron, visitó el condado de Devon para conocer el alcance del desastre, en tanto que el titular de Defensa, Philip Hammond, hizo lo mismo en Surrey.

Cameron admitió hoy que el Gobierno tiene “un largo camino que recorrer para conseguir que el país pueda recuperarse de este devastador temporal”, pero recalcó que “hará todo lo que pueda para coordinar los recursos”.