Los sondeos de Datafolha indican que Bolsonaro bajó su intención de voto de 59 a 56%, y Haddad creció hasta el 44%. Si bien la distancia se redujo a 6 puntos, sólo restan tres días y parece altamente improbable que pueda revertirse la tendencia. 

Pero un dato que habría que atender es que todavía resta un 14% de votantes entre los indecisos y los que piensan en votar en blanco. Tal vez de ese núcleo pueda recortar aún más la distancia el candidato de Lula.