"Lo lamento profundamente, Dios llora", dijo al referirse a ese tipo de delito. "Les debemos gratitud a las victimas de abusos", agregó el Pontífice. Y afirmó que "los responsables de los delitos sexuales rendirán cuentas".

En su mensaje a los obispos en la Capilla de San Martín, Francisco destacó el "sufrimiento de los menores que fueron abusados por sacerdotes" y dijo sentir "vergüenza" por quienes "tenían a su cargo el tierno cuidado" de los menores de edad a los que "causaron graves daños".

El Pontífice destacó que esos "crímenes no pueden ser mantenidos en secreto más tiempo; me comprometo a hacer la vigilancia en la Iglesia", y prometió que "todos los responsables rendirán cuenta".

Señaló además que los "supervivientes de abusos se han convertido en verdaderos heraldos de la esperanza y ministros de misericordia", a quienes les expresó su "gratitud por su inmenso valor para hacer brillar la luz de Cristo".

El encuentro con víctimas de abusos sexuales cometidos por miembros del clero era esperado, aunque no estaba en la agenda.