Estados Unidos enviará 700 soldados a Liberia para frenar el Ébola
Después de que se conociera el primer caso en suelo estadounidense, el gobernador de Texas aseguró en conferencia de prensa que no se descarta un posible contagio. Según se informó desde el Pentágono, el gobierno de Estados unidos enviará 700 soldados a Liberia para contener el virus.
El primer caso de Ébola en Estados Unidos se encontró en un paciente en el Hospital Presbiteriano de Dallas, en el estado de Texas. Pero en las últimas horas se informó que un grupo de chicos en edad escolar son monitoreados por posibles síntomas de la enfermedad. A raíz de todo esto, el gobierno norteamericano enviará 700 soldados a Liberia para contener el virus.
El Pentágono autorizó el despliegue de 700 soldados en Liberia para ayudar en las labores de contención del virus en África Occidental, que ya se cobró más de 3.000 muertos.
El secretario de Defensa, Chuck Hagel, efectuó la firma formal de la autorización para el traslado de los soldados de la 101 División Aerotransportada de las Fuerzas Armadas estadounidenses de Tierra.
Kirby agregó que se trata del primer contingente militar enviado desde Estados Unidos y cuyo despliegue estará completo para finales de octubre.
Estas medidas se enmarcan en el anuncio realizado a mediados de septiembre por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para ampliar el plan de respuesta de su Gobierno contra la epidemia de ébola en África Occidental, una misión a la que asignará 600 millones de dólares y cerca de 3.000 militares.
El primer paciente que fue víctima contrajo la enfermedad en su viaje a Liberia, dos semanas atrás. Desde el hospital informaron que su condición es grave.
Los padres de los niños están en plena alarma sobre el desarrollo posible de la enfermedad, pero el gobernador de Texas informó que el Ébola no es contagioso hasta que aparecen los primeros síntomas, por eso los niños se mantienen aislados, pero en sus hogares.
El gobernador de Texas aseguró que el estado está preparado para prevenir un brote aunque algunos especialistas de la salud consideran que las autoridades sanitarias de Estados Unidos no están preparadas completamente para enfrentar la expansión del virus que ya mató a más de tres mil personas en África Occidental.