El papa Francisco se refirió a los linchamientos que fueron reproducidos en los medios argentinos, a raíz de una carta que le enviaron dos humanistas que viven en Suecia: Rodolfo y Carlos Luna.

De esta manera, el Papa expresó su pena por las imágenes que tuvo que ver y expresó que le "dolió la escena".

"Sentía las patadas en el alma. No era un marciano, era un muchacho de nuestro pueblo", reflexionó Francisco.

"Es verdad un delincuente. Me acordé de Jesús ¿Qué diría si estuviera de árbitro allí? El que esté sin pecado que dé la primera patada", expresó el Papa.

El Pontífice dijo: "Me dolía todo, me dolía el cuerpo del pibe, me dolía el corazón de los que pateaban. Pensé que a ese chico lo hicimos nosotros, creció entre nosotros, se educó entre nosotros".

"¿Qué cosa falló? Lo peor que nos puede pasar es olvidarnos de la escena. Y que el Señor nos dé la gracia de poder llorar... llorar por el muchacho delincuente, llorar también por nosotros", concluyó el Sumo Pontífice.

"¿Qué cosa falló? Lo peor que nos puede pasar es olvidarnos de la escena. Y que el Señor nos dé la gracia de poder llorar... llorar por el muchacho delincuente, llorar también por nosotros", concluyó.