Como en el cine, sepultaron los restos de un capo de la mafia en Roma
Los restos de Vittorio Casamonico, "El Rey de Roma", fueron llevados por un lujoso carruaje. Su clan fue investigado por delitos como el tráfico de drogas, blanqueo de dinero o corrupción.
Entre pétalos de rosas y una sección completa de bronces entonando la música de 'El Padrino', sus familiares y allegados despidieron los restos de este capo mafioso.
Lágrimas y aplausos acompañaron carteles que mostraban frases como "Has conquistado Roma, ahora conquistarás el paraíso" o "Rey de Roma".
Los restos llegaron en un ostentoso carruaje negro y se fueron a bordo de un Rolls-Royce, mientras la banda musical tocaba '2001. Odisea en el espacio' y un helicóptero lanzaba pétalos de rosas.
Las autoridades italianas mostraron su disgusto ante las tapas de los medios locales que le dedicaban varias páginas a los detalles del funeral de Vittorio Casamonica, fallecido a los 65 años de un cáncer.
Era considerado el jefe del clan de los Casamonica, de origen sinti, presente principalmente en las afueras del sur de Roma y sospechoso de fraude, extorsión y tráfico de drogas. Aunque fue arrestado en varias ocasiones, nunca llegó a ser condenado.
"La mafia se muestra a sus anchas en Roma, como en Sicilia, Lombardía, Calabria y muchas otras partes del mundo. Hay que dejar de negarlo", reaccionó la presidente de la Comisión Antimafia del Parlamento, Rosy Bindi.
El ministro del Interior, Angelino Alfano, y el alcalde de Roma, Ignazio Marino, exigieron explicaciones al Prefecto, quien admitió que hubo "una falla en el sistema" y prepara un informe detallado.
"Me gustaría saber cómo es posible que en el centro de Roma un helicóptero haya podido volar así de bajo y que un funeral tan pomposo se haya podido celebrar en una iglesia", ha dicho por su parte el diputado del grupo de los Verdes Angelo Bonelli.
El cura que presidió la ceremonia aseguró a la prensa que no estaba al tanto del pasado del difunto ni de la decoración prevista por sus allegados.
"Para nosotros, el pueblo gitano, era un hombre grandioso. Pedimos perdón sólo al Papa y al Vaticano por haber puesto la canción de El Padrino, porque no era adecuada. Para nosotros era un rey y un benefactor", comentó Pasqual, sobrino de Casamonica, autor de los carteles.