Después del escándalo por el entramado de corrupción internacional desatado desde la empresa brasileña Odebrecht, ahora se suma una nueva polémica a raíz de las investigaciones de la policía local que desbarató una asociación ilícita entre empacadores, distribuidores y grandes frigoríficos que vendían carne adulterada. 

"El cierre de mercado brasileño de carne es temporal, hasta que ellos informen si hay frigoríficos autorizados para exportar a Chile", informó el ministro de Agricultura chileno Carlos Furche, en su cuenta de Twitter. Por su parte, China decidió frenar el ingreso de productos desde Brasil, lo que podría acentuar aún más la crisis económica que atraviesa ese país. 

Además, la Comisión Europea urgió a Brasil a que retire "de inmediato" de la lista de establecimientos autorizados a exportar a la Unión Europea a los frigoríficos involucrados y/o sospechados en el escándalo de la carne podrida.

Otro de los países que mostró preocupación fue Corea del Sur que  ya anunció que reforzará las inspecciones a sus importaciones de carne de pollo brasileña además de bloquear temporalmente las ventas de productos de pollo de la empresa BRF, una de las investigadas junto con JBS y Peccin. 

Con la investigación en curso, ya son más de 30 personas las que fueron detenidas, tres frigoríficos fueron clausurados temporalmente y 21 se hallan bajo auditoría. 

Michel Temer pidió calma ante la situación e invitó a embajadores a comer carne 

El cuestionado presidente de Brasil llamó a mantener la cordura ante una posible crisis del sector frigorífico y las exportaciones después de que varios países rechazaron productos, en especial de carne de vaca, de su país. 

Incluso Temer mantuvo varias reuniones con empresarios, diplomáticos y embajadores extranjeros a los que invitó a comer carne local para demostrar que no hay nada que temer y que la investigación apunta a casos aislados. 

 "Los controles sanitarios fueron reconocidos por todos los importadores", aseguró el mandatario que insitió que se trata de la desarticulación de un "pequeño grupo". 

"Apenas 184 de 853.000 embarques de carne tuvieron problemas, aunque por causa de los rótulos o asuntos menores, pero en ningún caso por su calidad. El objeto de la investigación no es el sistema de vigilancia sanitaria brasileño, sino unos pocos desvíos de conducta de unos pocos funcionarios y de unas pocas empresas", enfatizó Temer.