Bolsonaristas avanzaron sobre las sedes de los tres poderes y ponen en peligro la democracia
A una semana de la llegada al poder de Lula da Silva un importante grupo de seguidores de Bolsonaro intentan destituir al gobierno democrático.
Un grupo de golpistas, superó una barrera policial y subió la rampa que da acceso al techo de los edificios de la Cámara de los Diputados y del Senado.
Los bolsonaristas invadieron el Palacio del Planalto, el Congreso Nacional y el Supremo Tribunal Federal, en Brasilia, prácticamente sin resistencia de la policía de la capital federal.
Lula se encontraba en Araraquara, interior de San Pablo, en una visita prevista en agenda desde el viernes para ver zonas de desastre causados por las lluvias, mientras algunos manifestantes llegaron hasta la puerta del Palacio del Planalto, la sede del gobierno, según mostró el canal GloboNews.
Los manifestantes rompieron vidrios, cámaras de seguridad, armarios y despachos en el Planalto y el STF. Llegaron en caravanas de todo el país, mientras Bolsonaro se encuentra en Orlando, Estados Unidos, adonde viajó tras abandonar el poder.
"Estos actos antidemocráticos deben sufrir el rigor de la ley", afirmó el presidente del Senado, Rodrigo Pacheco.
La situación fue comparada con la invasión al Capitolio, el Congreso de Estados Unidos, en enero de 2020 para desconocer la derrota electoral del entonces presidente Donald Trump, aliado de Bolsonaro.
La presidenta del Partido de los Trabajadores (PT) gobernante, Gleisi Hoffmann, acusó al gobernador de Brasilia, Ibaneis Rocha, un aliado de Bolsonaro, de haber liberado la zona para permitir el avance de los golpistas.
Los manifestantes estaban en las oficinas de los colaboradores de Lula y rompiendo los objetos a su paso dentro del Planalto, según la televisora CNN Brasil.