Las últimas tres semanas, los títulos que encabezaron la cartelera de cines tuvieron que ver con historias militares estadounidense. Como fue “Francotirador” el jueves pasado, esta vez se trata de “Inquebrantable”, otro drama biográfico, en un contexto histórico completamente diferente.

Un trama basada en la novela autobiográfica de Louis Zamperini quien contó sus vivencias personales desde su participación en los Juegos Olímpicos de 1936 hasta su intervención en la Segunda Guerra Mundial, donde sobrevivió 47 días a la deriva en el océano, y fue tomado como prisionero del ejército japonés. Durante su detención, hasta la finalización del conflicto bélico, sufrió toda clase de abusos y torturas, las cuales pudo soportar gracias a su gran espíritu.

Con este trabajo, Angelina Jolie supera lo realizado en su ópera prima “En tierra de sangre y miel”, película que pasó bastante desapercibida. La esposa de Brad Pitt llevó a cabo un buen manejo de cámaras, utilizó planos muy interesantes y compuso un film que se destaca desde la realización, con escenas de acción tremendas. Además, la cinta en general se luce por el aspecto gráfico y la fotografía.

Por medio de una buena narración, el film se torna muy entretenido e interesante durante una primera parte en donde el relato va y viene en el tiempo, a través de flashbacks y elipsis utilizados a la perfección. Luego, el ritmo se vuelve lento, y la historia comienza a perder tensión para tornarse un poco tediosa y extremadamente larga, donde parece convertirse en un simple retrato de los abusos que sufrió el protagonista.

Un aspecto muy bien logrado es la transformación que va transitando el personaje principal, tanto física como psicológica. Jack O'Connell es quien personifica a Louis Zamperini, un actor no muy popular que sorprendió con una gran interpretación. El joven protagonista se bancó sin problemas llevar toda la película en andas, y conmueve en varias escenas con un trabajo muy creíble.

Se trata de una buena producción, aunque tal vez es un poco menos de los esperado. Como ya se expresó, desde los aspectos visuales y la realización es impecable, y también posee muy buenas interpretaciones, pero la historia, una gran historia de auto-superación, va perdiendo fuerza a lo largo del relato, y no termina de ser lo emotiva que pretende.

¿Hay que verla? Sí, no deja de ser una gran propuesta. “Inquebrantable” tiene muy buenos momentos, algunas escenas de acción geniales, y actuaciones destacadas. Vale la pena verla.