Que se mantenga este cine argentino
“Arrebato” es la nueva película nacional que llegó este jueves a la pantalla grande, encabezada por Pablo Echarri. Otra buena producción que justifica el buen momento que atraviesa la industria cinematográfica argentina.
Es para celebrar que todas las semanas lleguen producciones nacionales, como es el caso de “Arrebato”, que se estrenó este jueves en las salas del país. Una película argentina de nivel, con protagonistas muy importantes, que, aunque no llegue a estar a la altura de lo que es “Relatos Salvajes”, resulta muy interesante para seguir enalteciendo nuestro cine.
En este caso, se trata de una cinta de suspenso, centrada en un escritor de cuentos policiales, que comienza a verse envuelto en la historia en la que está trabajando, al tiempo que transita por algunos inconvenientes amorosos con su esposa. La investigación para su nuevo libro, los celos en la pareja y los crímenes, comenzarán a cruzarse en la trama y en la vida del protagonista.
Sandra Gugliotta es la directora de esta película. La cineasta utiliza planos muy interesantes, y la da el ritmo necesario entre el misterio y la trama policial. La cinta está realmente muy bien filmada. Los aspectos visuales también están muy bien, lo mismo que la puesta en escena, pero tal vez, donde falle un poco el film, es en cuanto a la narración, en cómo va transitando la historia.
De todos modos, seguramente el punto más fuerte de “Arrebato” esté en el elenco. Pablo Echarri está muy bien en su papel. Compone un gran trabajo y se lo nota maduro actoralmente para la pantalla grande. Lo mismo sucede con Mónica Antonopulos, quien ya se había lucido en “Muerte en Buenos Aires”, y aquí otra vez se destaca con su interpretación. Completa el trío principal Leticia Brédice, con una correcta labor.
Lo que sucede con el film es que por momentos es muy atrapante, pero por otros demasiado previsible. Además, el desenlace es muy largo, lo que hace que el misterio termine pronto. En líneas generales, la película está bien. El despliegue de producción y la realización son excelentes. Con algunos problemitas en la narración, de todos modos la cinta es llevadera, entretiene y atrapa con su suspenso.
¿Hay que verla? Sí, es una buena opción. No entrará entre las mejores películas nacionales, pero es una muestra más que el cine argentino atraviesa un gran nivel. “Arrebato” merece ser vista, y se disfrutará en la pantalla grande.