En un capítulo más de la novela colombiana que ocupa lugar en los medios y sirve para tapar cosas más importantes, Maxi López parece haberse cansado de la actitud de su examigo Mauro Icardi y lo trató de cobarde.

Y es que después de que Icardi asegurara que “Maxi me chupa la chota” y que es “un muerto de hambre” a López le preguntaron si alguna vez le había podido decir a Icardi en la cara lo que pensaba la respuesta fue lapidaria.

“Nunca me quiso enfrentar, nunca quiso hablar. Tenemos una charla pendiente. A ver si se anima” y dejó en claro lo que piensa del traidor.