No culpes a la noche, no culpes a la playa. Luis Miguel protagonizó el mayor acto desleal que un artista puede tener para con su público. No es la primera vez que pasa, pero en esta ocasión, uno de los organizadores le dijo la verdad a la gente que esperaba esperanzada en el Coliseo de Yucatán, México.

Ante la ausencia de Luis Miguel y el murmullo de los asistentes, uno de los organizadores salió a contar que el cantante estaba "emborrachándose y drogándose en su habitación" y que por ese motivo no asistiría al show.

Además, dijo que lo denunciaría ante el Ministerio Público, hecho que efectivamente se hizo realidad y tres de los asistentes de Luis Miguel fueron detenidos por incumplimiento de contrato.

El organizador que salió a hablar tuvo que conseguir un sonido propio para poder dirigirse a los presentes, ya que los trabajadores de Luis Miguel no quisieron habilitar el sonido para que pueda comunicarse con el público y contarle la verdad de la situación.