Uno de los shows más esperados en la noche de los Premios Grammy 2016, que tuvo lugar este lunes por la noche, era el que iba brindar Adele, quien finalmente subió al escenario para cantar “All I ask”, en una actuación que terminó siendo caótica para la artista.

Desde el comienzo, la presentación se vio comprometida por distintos tipos de problemas técnicos, que incluyeron un mal sonido, una falla en el micrófono, y hasta momentos de desafinación por parte de la talentosa británica.

Tal fue la actuación, que Adele parece finalizar el tema muy angustiada y casi al borde del llanto. Incluso, más tarde, aclaró desde su cuenta de Twitter: "El micrófono del piano se cayó en las cuerdas del piano, ese fue el sonido de guitarra que se escuchaba que hizo que todo estuviera desafinado; estas cosas pasan”.