En una semana con pocos avances cinematográficos, uno de los estrenos más esperados fue el de “47 Ronin”, un film basado en una leyenda japonesa que demoró casi tres años en terminar de producirse. Esta legendaria historia se hizo muy popular en la cultura de aquel país asiático, debido a la muestra de lealtad, sacrificio, persistencia y honor que se desprende de la leyenda, y ésta es la primera vez que es llevada a una producción de Hollywood.
La trama del film se centra en Kai, un “mestizo” que desde niño fue protegido y criado por un señor feudal. El protagonista, junto con un grupo de samuráis, se vio obligado a convertirse en “ronin”, que significa “samurái sin señor”, cuando su señor fue obligado a suicidarse a causa de una traición de otro funcionario llamado Kira. Así, liderados por Oishi, los 47 Ronin idearon un plan y emprendieron una aventura para vengar la muerte de su señor y recuperar a su pueblo.
El encargado de contar esta leyenda es Carl Rinsch, un novato director, quien por primera vez incursionó en el mundo de Hollywood, y su falta de experiencia se notó. Si bien las secuencias de acción están muy bien logradas, la película se excede en fantasía, y esto la lleva a un terreno confuso, que hace que el film se quede en el camino, entre una película épica y una simple historia de aventuras. La abundancia de efectos especiales, por cierto no muy buenos, le quitan seriedad a la película.
Por el lado del reparto, la atención está puesta en el regreso de Keanu Reeves a la pantalla grande. El actor que surgió a la fama por su papel en “Matrix”, hacía algunos años que no metía ni siquiera una pochoclera, y en su retorno cumple en su papel. Sin lucirse, aunque tampoco su rol se lo exigía, el protagonista principal está bien con su personaje y aporta buenas escenas de acción.
Por su parte, entre el numeroso plantel de reconocidos artistas orientales, se destaca Hiroyuki Sanada, a quien se conoce de otros films de acción como “The Wolverine”, “El Último Samurái” o “Una Pareja Explosiva 3”. En esta ocasión, el actor está casi a la altura del protagonista del film, y logra un gran trabajo, tanto en lo actoral como en las peleas.
En fin, lo cierto es que la cinta es buena, pero se queda un poco en el camino. No logra ser la película épica que se espera, aunque cumple su objetivo y entretiene. Seguramente el primerizo director tendrá que pulir algunas cuestiones a la hora de realizar otra producción de estas características. Si bien la esencia de la historia está en el film, tal vez no fue la mejor forma de contarla.
¿Hay que verla? Si bien esta no es una semana de muchas opciones, no sería un pecado perderse “47 Ronin”. Lo más atractivo de la película termina siendo la genial historia de lealtad y honor, que es y será sido muy importante para la cultura japonesa. Por la leyenda, vale la pena mirarla, aunque tal vez hasta se puede esperar a que salga en DVD, y optar por alguna otra alternativa de las pocas que hay en cartelera.

En una semana con pocos avances cinematográficos, uno de los estrenos más esperados fue el de “47 Ronin”, un film basado en una leyenda japonesa que demoró casi tres años en terminar de producirse. Esta legendaria historia se hizo muy popular en la cultura de aquel país asiático, debido a la muestra de lealtad, sacrificio, persistencia y honor que se desprende de la leyenda, y ésta es la primera vez que es llevada a una producción de Hollywood.

La trama del film se centra en Kai, un “mestizo” que desde niño fue protegido y criado por un señor feudal. El protagonista, junto con un grupo de samuráis, se vio obligado a convertirse en “ronin”, que significa “samurái sin señor”, cuando su señor fue obligado a suicidarse a causa de una traición de otro funcionario llamado Kira. Así, liderados por Oishi, los 47 Ronin idearon un plan y emprendieron una aventura para vengar la muerte de su señor y recuperar a su pueblo.

El encargado de contar esta leyenda es Carl Rinsch, un novato director, quien por primera vez incursionó en el mundo de Hollywood, y su falta de experiencia se notó. Si bien las secuencias de acción están muy bien logradas, la película se excede en fantasía, y esto la lleva a un terreno confuso, que hace que el film se quede en el camino, entre una película épica y una simple historia de aventuras. La abundancia de efectos especiales, por cierto no muy buenos, le quitan seriedad a la cinta.

Por el lado del reparto, la atención está puesta en el regreso de Keanu Reeves a la pantalla grande. El actor que surgió a la fama por su papel en “Matrix”, hacía algunos años que no metía ni siquiera una pochoclera, y en su retorno cumple en su papel. Sin lucirse, aunque tampoco su rol se lo exigía, el protagonista principal está bien con su personaje y aporta buenas escenas de acción.

Por su parte, entre el numeroso plantel de reconocidos artistas orientales, se destaca Hiroyuki Sanada, a quien se conoce de otros films de acción como “The Wolverine”, “El Último Samurái” o “Una Pareja Explosiva 3”. En esta ocasión, el actor está casi a la altura del protagonista del film, y logra un gran trabajo, tanto en lo actoral como en las peleas.

En fin, lo cierto es que la cinta es buena, pero se queda un poco en el camino. No logra ser la película épica que se espera, aunque cumple su objetivo y entretiene. Seguramente el primerizo director tendrá que pulir algunas cuestiones a la hora de realizar otra producción de estas características. Si bien la esencia de la historia está en el film, tal vez no fue la mejor forma de contarla.

¿Hay que verla? Si bien esta no es una semana de muchas opciones, no sería un pecado perderse “47 Ronin”. Lo más atractivo de la película termina siendo la genial historia de lealtad y honor, que es y será sido muy importante para la cultura japonesa. Por la leyenda, vale la pena mirarla, aunque tal vez hasta se puede esperar a que salga en DVD, y optar por alguna otra alternativa de las pocas que hay en cartelera.