A ella le dicen la reina de las orgías, enterate por qué
Orgías, lujo y libertad sexual cerquita de la realeza inglesa. Emma Sayle, excompañera de la esposa del príncipe, abrió un club de fiestas sexuales que tiene más de 40.000 socios. En esta nota un poco de chusmerío real y algunas perlitas históricas.
El sexo y la realeza se conocen muy bien. La lujuria y las excentricidades acompañadas del dinero y el lujo son y tienen historia. En la antigüedad, las orgías eran festines en donde se comía y se bebía sin limitaciones y se cometían `otros excesos´. En Grecia, por ejemplo, Heráclides Póntico, discípulo de Aristóteles, escribió en su ensayo sobre “El Placer” que la lujuria como actitud vital es una prerrogativa de las clases gobernantes, mientras que el trabajo y el aburrimiento son el destino de los pobres y de los esclavos.
Pero no nos vayamos tan lejos, porque bastante más cerca (históricamente) tenemos a alguien que puede contar cómo se divierte en la cama la gente con plata y curiosidad sexual. Emma Sayle, excompañera de Kate Middleton, sí, la esposa del príncipe de Inglaterra, abrió un club de fiestas sexuales que tiene más de 40.000 socios.
Ella es conocida como la "Reina de las orgías" y apareció en los medios ingleses al publicar su autobiografía "Detrás de la máscara", en la que detalla su amistad con la duquesa de Cambridge y cuenta secretos de la casa de fiestas que regentea.
El club de fiestas sexuales se llama Killing Kittens y, desde ahí, su creadora cuenta, tal vez con sinceridad, tal vez con protocolo que, hasta el momento, ningún miembro de la Casa Real participó en dichas fiestas. Si bien la intrépida inglesa no se anima tanto a hablar de la realeza sí se le atreve a la fama y la política. “Una vez vino a una orgía un diputado laborista y se pasó todo el tiempo en calzoncillos, paseando como un perro mientras una mujer le seguía con la correa. Kate buscó consuelo en mi club durante una gran crisis con Guillermo”.
El club además de buscar la liberación sexual en general, se centra en la libertad femenina. De hecho, el nombre "Killing Kittens" se le ocurrió cuando vio a muchas mujeres festejando una despedida de solteras bastante mala. La frase es típica y encierra prejuicio y prohibición, "cada vez que una mujer se masturba, Dios se venga matando una gatita. ¿Qué mejor nombre para un club que reivindica la búsqueda del placer femenino? Mujeres, nuestra sexualidad ha sido suprimida y va siendo hora de liberarnos", sostuvo Sayle.
En cada fiesta se acepta un máximo de 200 personas y el valor de la entrada para una pareja es de 120 libras mientras que para una mujer sola es de 50 libras. El promedio de edad de las personas que participan en ellas es de 55 años.