A través de la colocación de una nueva emisión de bonos de la compañía, YPF obtuvo 500 millones de dólares en el mercado internacional. Además, ya lleva colocados más de 2.200 millones de dólares en los últimos dieciocho meses.

El presidente de la compañía, Miguel Galuccio, anunció el resultado de la operación por medio de un comunicado, donde expresó: “Esta es una nueva muestra de confianza hacia a YPF, a pesar de la fuerte volatilidad en el sector energético”.

Los bonos internacionales Clase XXVI y Clase XXVIII colocados este miércoles tienen un rendimiento anual del 8,5% y 8,95% respectivamente. Entre ambos tramos participaron más de 120 inversores tanto de Estados Unidos como del continente europeo y asiático, informó YPF.

La colocación estuvo a cargo de los bancos Citibank, ITAU y JP Morgan, y se realizó a través de la reapertura de las emisiones de los bonos internacionales Clase XXVI y Clase XXVIII, por una cifra tope de 750 millones de dólares.

De esta manera, la Clase XXVI queda con un monto total emitido en circulación de 761,6 millones de dólares y la Clase XXVIII con 1.325 millones de dólares, siendo este último "el bono más grande emitido por una empresa argentina en toda la historia", según señaló la petrolera.

Por su parte, Daniel González, CFO de YPF, indicó: “Si bien la demanda fue más alta que el máximo al que estábamos autorizados a emitir, decidimos tomar el monto que mejor combina costo financiero y plazo, consistente con nuestra seria estrategia de financiación”.

Los bonos Clase XVI vencerán en 2018 y pagarán intereses semestrales a partir de junio próximo. Las obligaciones negociables clase XVIII, en tanto, tienen vencimiento en abril de 2024 y un rendimiento del 8,75% anual. Los intereses se pagarán semestralmente a partir del 4 de abril próximo, mientras que las amortizaciones de capital se realizarán en tres cuotas a partir de 2022.

La agencia Moody's calificó a la emisión concretada hoy con grado negativo y le asignó la categoría Caa1, de carácter especulativo y con exposición a "muy alto riesgo" crediticio. No obstante, reconoció que el historial financiero de YPF "se ha mantenido firme" desde que el Gobierno asumió el control en abril de 2012.