Tres meses, dos lecciones

La economía argentina nunca se encaminó a una crisis como la de 2001, y aunque en diciembre se produjo una aceleración en los precios, tampoco es la de 1989; no obstante el equipo económico ya inició su segundo esquema en menos de tres meses.

De cara a los desbalances macroeconómicos que se han acumulado-subsidios y necesidades del sector público financiadas con emisión, restricción externa y distorsión de precios relativos-tipo de cambio y tarifas-, parecería que el país y el equipo económico están enfocados solamente en el dólar. Sin embargo, dado el camino que se tomo (que no es la nacionalización de la banca y la creación del IAPI) entonces hay que resolver el tema de las “bajas necesidades de financiamiento” del sector público.

Kicillof 1:

El diagnóstico inicial era que la disminución de reservas obedecía a problemas sectoriales como el turismo y las importaciones suntuarias y, en menor medida a un atraso cambiario real, que Kicillof situó entre 10/15%. Apoyado en ese diagnóstico, se pasó a resolver los problemas sectoriales, subiendo de 20% a 35% el impuesto al turismo, elevando a 50% el impuesto interno a los autos, además se aumentó las limitaciones a las importaciones de autopartes y electrónicos y las restricciones a las compras en el exterior por Internet. Asimismo se buscó aumentar la oferta de divisas con dólares de las petroleras, las cerealeras y obtener divisas de China, Brasil y Rusia. En principio se intentó empezar a corregir el atraso cambiario real acelerando el ritmo devaluatorio, desde aquel 1,95% promedio por mes entre septiembre-octubre, hasta 6,8% entre el 19/11/13 y el 21/01/14. Análogamente, se actuó sobre la brecha cambiaria para quitar presión sobre las reservas, tratando de bajarla mediante la venta de bonos dolarizados para bajar el “contado con liqui”, y así deslizar a la baja el “dólar blue”, autorizando la operatoria del “dólar bolsa”.

En el “primer esquema Kicillof”; entre el 19/11 y el 29/11, la disminución de reservas se aceleró de u$s 98 millones por día a u$s 169 millones. Las cerealeras ingresaron solo u$s 385 millones, cuando se esperaba que trajeran u$s 2.000. Evidentemente, de China, Rusia y Brasil, no llegaron refuerzos, aunque afortunadamente en las tres semanas siguientes los dólares que ingresaron YPF y Chevron detuvieron la disminución de reservas hasta el 27/12. En enero de 2014 se volvió a acentuar la disminución de reservas que ascendió a u$s 85 millones por día entre el 01/01 y el 21/01.

Lección  Kicillof 1:

La estrategia de depreciación gradual por encima de la inflación, aumentó la tasa de depreciación esperada, desestimulando la liquidación de exportaciones y estimulando el pago anticipado de deudas e importaciones con impacto en reservas.

Kicillof 2:

¿Donde arrancamos el 22 de Enero?

Luego del fin abrupto del primer esquema, se cambia la estrategia y se toman 3 medidas: 1) “depreciación mas alta” que lleva el dólar oficial de $6.88 el 21/01 a $8 el 23/01, corrigiendo así una parte del primer esquema, 2) “importantísima suba de la tasa de interés de las Lebacs”, piso del sistema financiero, impulsando al alza las tasas de interés de toda la economía, 3) se permitió la compra de hasta u$s 2.000 mensuales para atesoramiento.

Transcurrida una semana de los anuncios, esta claro que el Banco Central sigue cediendo reservas, el dólar blue quedó alto, y los dólares de los exportadores siguen sin ingresar en forma fluida.

Lección  Kicillof 2:

Cuando se elige este segundo esquema (el cual no deja dudas que se aleja del Socialismo del Siglo XXI, lo digo para los “piromaniacos”); permitir un salto prudente del tipo de cambio, suele acompañarse con el anuncio de un esquema fiscal y monetario consistente con el objetivo de moderar las expectativas de depreciación e inflación futura. Inclusive una devaluación suele hacerse con algún margen que otorgue tiempo-después de la experiencia de Lorenzo Sigaut en 1981-, para desacelerar la tasa de aumento en los precios, mientras el tipo de cambio real converge al equilibrio. Esto y un equipo económico que creyera en lo que esta haciendo (devaluar y subir tasas), permitirían desactivar nuevas expectativas de devaluaciones, elevando las posibilidades de frenar la disminución de reservas. Pero Kicillof devaluó sin algún anuncio que opere algún anclaje de las expectativas sobre los histéricos mercados. Claramente los “precios cuidados” y “la alerta temprana” no es lo que miran los actores financieros del sector privado. Por ende en la primera semana, la tasa de depreciación esperada de todos los tipos de cambio relevantes de la economía se resiste, disminuyen las reservas, el blue y la brecha no caen fuertemente.