Gustavo, el dueño de un corralón en Haedo, explicó que la caída de las ventas es de un 30% por la crisis económica y que los precios sigue aumentando.

Antonio Laje le preguntó si había habido una ligera reactivación por el blanqueo de capitales -a sabiendas de que muchos economistas dijeron que ese dinero iría a la construcción- y la respuesta fue negativa.