El consumo de carne vacuna por habitante se ubicó el año pasado en 59,4 kilos anuales, lo que representó la segunda mayor marca de los últimos cinco años, detrás de la marca histórica de 63 kilos alcanzada en 2013.

Según informó la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA), La cifra acumulada en 2014 fue más alta que los 57,3 kilos de 2010; los 55,1 kilos de 2011, y los 58,6 de 2012.

A pesar de la reducción de carne vacuna operada entre 2013 y 2014, el consumo de carnes en su conjunto alcanzó este último año un récord histórico, acompañado por la suba –también récord– en el consumo de carnes de pollo, cerdo y pescado.

De acuerdo con los números del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), el consumo de carne de pollo alcanzó en 2014 el nivel récord de 45,9 kilos por habitante y por año, por encima de los 40,5 de 2013 y los 42 de 2012.

En tanto, los números de la Asociación Argentina de Productores de Porcinos (AAPP) indican que el consumo de cerdo por habitante también aumentó a 11 kilos en el último año, en carnes frescas, a los que se agregan otros 3 kilos más en chacinados y fiambres.

En lo que hace al sector pesquero, las cifras dicen que el consumo se ubicó en 2014 en 9,7 kilos por habitante, de los 9 de 2013, cuando a su vez aumentó respecto de los 6,8 kilos de 2012.

El repunte en el consumo de carnes alternativas a la vacuna resulta del trabajo realizado en estos últimos años por las distintas áreas del Ministerio de Agricultura, como también por la Secretaría de Comercio y de las entidades defensoras de los consumidores.